El éxito de los países con tradición forestal a nivel mundial y de manera particular a nivel de países tropicales y templados como: Indonesia, Malasia, Brasil y Chile, entre otros, se ha basado de una parte, en la seguridad jurídica que se brinda a los inversionistas de este sector, quienes por el largo periodo de maduración de la reforestación, requieren reglas de juego claras que les garanticen la plena autonomía de aprovechar sus plantaciones en el momento que sus procesos industriales lo requieran, y de otra, los Sistemas de Incentivos creados por los Gobiernos como mecanismo para incrementar los índices de reforestación. Incentivos que han contado con la asignación de los recursos financieros suficientes para desarrollar programas de reforestación a gran escala, como es el caso de Chile que estableció aproximadamente Dos Millones Doscientas Mil hectáreas con el Bono Forestal creado por el Decreto Ley 701, y de Brasil que posee un área reforestada de Seis Millones de hectáreas establecidas en su mayoría con Incentivos Tributarios.