Siendo tan grave el daño social que se comete con el delito de la Usura, es absolutamente necesario, como forma de control social, que quienes están dedicados a esa nociva práctica no puedan fácilmente obtener libertad provisional, es necesario que las penas se aumenten en la medida necesaria para cumplir el objetivo antes mencionado, y hacer una descripción típica más prolija, que impida que quienes están dedicados a tal práctica puedan hacerle esguinces a la ley para proseguir en su insana práctica, perjudicando tanto la economía nacional como el patrimonio de las personas que recurren, necesitadas, a sus victimarios.