Debido al probable vínculo de las operaciones ilegales de comercio exterior con algunas organizaciones y acciones terroristas, se hace necesario cada vez más dirigir la atención a terceros países con el propósito de unir esfuerzos para aumentar la capacidad de lucha contra estos fenómenos perjudiciales para el orden económico, político y social de las Naciones a fin de establecer compromisos conjuntos para combatir toda forma de fraude, en especial las relacionadas con el comercio exterior, y a la vez establecer mecanismos de facilitación, incremento y desarrollo del mismo entre las Partes, así como para poder hacer seguimiento, desarticular y someter a la justicia organizaciones criminales que amparadas en operaciones comerciales ponen en peligro la paz, la seguridad, el orden económico, la salud y la vida de los colombianos.